Cuando se tiende la ropa es muy agradable el olor a limpio que se desprende y que perdura en el ambiente durante unos minutos. Pero a veces, al cabo de poco tiempo, ese buen olor que también procedía de la lavadora, se convierte en todo lo contrario, en olor a humedad. Si ocurre esto, podría ser que no estuviesen siguiendo algunas medidas muy adecuadas para mantener la lavadora con una fragancia fresca.

Con unos simples trucos, la lavadora olerá siempre bien. Y, además, alargará su vida útil gracias a un buen mantenimiento. Son unos pasos muy sencillos para aplicar en el día a día y que darán resultados al momento:

1. Lavar con agua caliente. El uso de agua fría o una temperatura inferior a 30º es recomendable para lavar, sobre todo, las prendas delicadas. También, es un modo de lavado respetuoso con el medio ambiente y el ahorro económico en electricidad puede ser significativo. Lavar de vez en cuando la ropa con agua caliente favorecerá la eliminación de bacterias acumuladas en el tambor. Bastará un ciclo de agua a 40º o superior.
2. Limpiar por dentro y por fuera. Es muy importante limpiar la suciedad acumulada en la goma de la puerta, ya que la suciedad ayuda a la proliferación de bacterias. Pero tan importante es limpiar por fuera como por dentro. Para el interior, es conveniente utilizar productos específicos como Kidel Limpia Lavadoras, que protegerá incluso hasta las partes más internas donde no llega la mano. Desincrusta y elimina la suciedad, y deja, además, un perfume fresco, floral y una agradable sensación de limpieza.
3. Ventilar el tambor. Es una mala costumbre cerrar la puerta de la lavadora justo al terminar el ciclo. Esto puede generar un persistente olor a humedad. La lavadora necesita respirar, así que dejando la puerta abierta durante un par de horas para que seque de forma natural será suficiente.

Estos son los principales trucos para mantener la lavadora fresca y limpia. ¿Sigues algún otro consejo? ¡Esperamos tus comentarios!

¡Hasta el próximo post!