Mantén tus zapatos y zapatillas como el primer día
Los zapatos cerrados contienen más el sudor que los abiertos o las zapatillas de tela transpirable. Esto ocurre porque los pies tienen 250.000 glándulas sudoríparas. Por lo tanto, cuando hay humedad en el zapato no se ventila lo suficiente, se reproducen hongos y bacterias que causan mal olor.
El uso de calcetines ayuda a absorber la humedad, pero cuando viene el buen tiempo y prescindimos de este complemento, es cuando más aparece este problema.
Pero como todo, existen algunos trucos para llevar calzado y mantenerlo siempre fresco. Por ejemplo, es recomendable no repetir el zapato dos días seguidos, para que dé tiempo a secar la humedad. Una vez a la semana, puedes refrescarlos añadiendo en su interior un poco de polvo de talco. O pulverizando un spray con alcohol, añadiendo incluso algunas gotitas de aceite esencial.
Lo ideal es limpiar las zapatillas de tela en la lavadora si tiene un programa destinado a ello. Si no, puedes utilizar un programa corto reduciendo las revoluciones. No olvides añadir detergente, como Detersolín Protect Sport, que neutraliza los olores y limpia las manchas de sudor tanto de tu ropa deportiva como de tus zapatillas. En este caso, prescinde del suavizante.
Si el zapato es de un material que no puedes limpiar en la lavadora, te contamos cómo aplicar algún truco y devolverle todo su esplendor:
- Zapatos de cuero. Limpia la superficie con un paño húmedo y suave, aplicando cuando se seque cera para zapatos de cuero. Déjalo secar durante 24 horas y ya podrás utilizarlos de nuevo.
- Zapatos de charol. Con un cepillo viejo de cerdas suaves limpia la suciedad, pasa un paño húmedo y suave con agua y jabón y a continuación, seca el zapato con un paño.
- Zapatos de gamuza. Utiliza un cepillo para gamuza y limpia el zapato suavemente. Si hay alguna marca puedes cepillar haciendo más presión.
¿Qué trucos utilizas para mantener los zapatos con buen olor? ¡Esperamos tus comentarios!
¡Hasta el próximo post!